
Hoy 7 de abril, he decidido perdonarme...
Carta escrita por Karla, para Karlita...
Hoy, cuando logré recuperarte, cuando te abracé, embargándote de todo mi cariño y atención, justo en el momento en que te vi observando al cielo, como si supieras con certeza lo que había detrás de él, pude entender que en esa cabeza, no había distracción, pude percatarme de tu infinita claridad.
Te tomé en mis brazos y te pedí que me explicaras tus sueños, todo eso en lo que pensabas, ya no recibirás ningún golpe más, ya nadie te lastimará... Necesito que me expliques qué es lo que veías cuando hojeabas los libros y sonreías, perdiéndote en ese fascinante momento por horas.
¿Qué veías cuando, frente a los demás te reías y divagabas en tus pensamientos? Dime qué personajes elucubraba tu mente ¿qué imaginabas? Yo sé, yo sé que ese libro era tuyo aún antes de que supieras expresarte correctamente, es por eso que preferías no poner atención, estabas creando... era tu libro, tenías toda una historia concatenada para triunfar... Perdóname, no supe defenderte.
Ahora sé que no eras tonta, no estabas ausente, tenías tanto que compartir, sólo que no sabías cómo decírselos. Ahora sé que serás la mejor escritora, ahora que te recuperé.
2 comentarios:
Uy, está muy buena. Es revolucionaria tu intención de retomar el sueño de calles atrás para marchar adelante. Se nota un cierto dejo de temor, imagino una historia en la que un viejo te dice: "Karla: tu puedes volar". "¿En serio?" pregunta Karla con ojos de ilusión como de cricatura japones "¿tengo alas?" "No mensa! (era un viejo jetón) es sólo es: puedes volar y ya. Para probarlo sólo brinca por ese precipicio".
Por supuesto que el viejo es tan enojón y autoritario que se le cree, se le quiere creer, así que te aproximas con ilusión y tienes la certeza de que volarás pero durante el brinco final, ese momento en que te escribiste la carta, cuando el último de tus dedos deja el piso antes del vacío... temes.
Pero quizá no temes y yo sólo escribí un choro que tiene que ver lo mismo con tu carta del Perdón que con la geografía de la Luna.
Jaco.
a propósito de un tango que acabo de escuchar, y de este post, surge el concepto del tiempo-persona, en donde no hay marcha atrás, solo la reducción hecha "historia" a través de la retrospectiva, la terminal nos espera, y no hay estaciones intermedias (dicho sea de paso, algunos hemos -OJO NO EMOS- intentado detener el recorrido, para poder comprender mejor el asunto, pero el tiempo siguió su marcha...) como dice una rola "time is ticking out".
Publicar un comentario