Tu opinión es importante...

24 noviembre, 2009

DEMENTE DE HASTÍO...

Y de pronto, esa luz resplandeciente, pareciera difuminarse en la oscura fosa de la que emané.

Nace el color marfil, impugnando a la penumbra, saliendo victorioso.

Cierro los ojos recostada en el frío lecho de mármol, construido de ideas.

Una sonrisa perspicaz dibuja mi rostro y detallo fielmente todos tus rasgos, sintiéndote intensamente y acariciando instantes que aquí dentro, parecieran perpetuos.

Desde aquí te amo, sí. Y mi alrededor se ha iluminado de tonos nacarados padeciéndote.

Lo gélido, ahora arde.

Lo seco, reverdece.

Mis ojos se llenan de lágrimas de silencio.

Tú enmudeces mis sentidos.

Te pienso día y noche mientras el viento sopla enardecido.

Tú eres cómplice de mi motivo.

Lloro y río, demente de hastío.

Desde que observé esos ojos, eres estímulo frecuente que invoca al Sol, aún adentrado el crepúsculo.

Me llenas de suspiros, cada que jugueteo con mi dedo índice en este lago de anhelos.

¿Qué fuera de mí, si no existiera tu nombre?

¿Qué fuera de mí, si tu recuerdo no interrumpiera mi noche?

¿Qué fuera de mí, sin este dolor que te evoca en cada respiro?

Tú eres la razón:


Mi visión en esta senda…

Mi lazo atado al cuello,

Mi muerte lenta,

Mi vida eterna,

Mi mirada triste,

Mi sonrisa nueva,

La fatiga de mis venas…

Mi insomnio febril,

Mi llanto infinito,

Mi pasión voraz,

Mi enfado maldito,

Mi ceño suspicaz,

Mi deseo carnal,

Mi mente mordaz,

Mi tierna lucha,

Mi persistente intención,

Mi andanza limpia,

Mi demencia,

Mi inspiración,

Mi felicidad,

Mi melancolía…

Mi infinito.