Me amedrenta el cielo, quien tenaz me contiene de la impetuosa tentación de un beso, de tocarte hasta asfixiarte, de extraviarme en tu mirada para husmear ahí dentro, encontrar tu alma y pedirle que me estreche entre sus brazos encerrándome para siempre.
26 noviembre, 2008
Noche cálida
Me amedrenta el cielo, quien tenaz me contiene de la impetuosa tentación de un beso, de tocarte hasta asfixiarte, de extraviarme en tu mirada para husmear ahí dentro, encontrar tu alma y pedirle que me estreche entre sus brazos encerrándome para siempre.
25 noviembre, 2008
¿A qué sabe el pollo?
Hace unos meses un amigo me hizo esta pregunta y la reiteró en un comentario externando su juicio personal sobre el tema de uno de mis escritos, “el remordimiento”. Lo primero que pensé, la primera vez que medité su cuestionamiento fue que la palabra “pollo” es simplemente jocosa, la pronuncié en voz alta y reí. Cabe a bien mencionarles que yo encuentro hilarante casi todo a mi alrededor, eso me generó en el pasado algunos problemas, sobre todo cuando cursaba la secundaria, porque yo reía a carcajadas en exceso, ahora puedo controlarme, aunque, eso no significa que perciba amenas ciertas palabras o cosas en la periferia.
P-o-l-l-o
Si están de acuerdo conmigo, el pollo es un ser raro, quítenle las plumas e imagínenselo corriendo mientras menea su cabecilla para darle impulso a sus cortas patas, balanceando su amorfa estructura corpórea, mientras voltea a verlos amenazante con sus órbitas oculares lateralizadas, parpadeando y tratando de enfocarles. Ahora fantaseemos que somos más pequeños que el pollo en cuestión, muy pequeños, muy, muy, muy pequeños, y de pronto comienza a crearse una superficie escamosa, aspera, el pico se metamorfosea en unas fauces aterradoras con colmillos filosos, tiránicos, asesinos, su cuerpo desproporcionado se inclina un poco, lo que solía ser una alita se transforma en una especie de musculoso brazo corto con dos apéndices como dedos, con uñas largas y mortíferas (se escucha un estruendoso gruñido aterrador ¡¡¡grrrraaaaaaaaaaawwww!!! ) la cola del ex- pollo se alarga, es rígida, fuerte, en extremo poderosa, tanto que si coleara cerca de mí y me prensara contra un “algo” quedaría como tortilla ipso facto, sin duda alguna. Qué tal con nuestro amigo el “Pollosaurio Rex” así lo nombró mi amigo Israel y bien podría llamarse así.
Habiendo llegado a este punto de reflexión, tengo la respuesta a la pregunta de Anonyma, la carne del pollo sabe a… HAMBURGUESA DE TIRANOSAURIO, un poco más insípida porque nuestros pollos le entran a las semillas y yerbas, bueno, sabe un poco salado, su carne es grasa y un poco fibrosa y por lo que sé, la calidad de la carne depende de la edad del pollo al sacrificarlo y el sexo también, si es pollo de corral o de pueblo, es mejor, porque los alimentan con grano y es más rico, sin tanta grasa.
No sé, en realidad sin condimentarlo, el pollo no sabe a ni madres, pero sí es nutritivo. Una ración de 100 gramos de pollo proporciona al hombre adulto, 10% del aporte energético requerido diariamente, un 50% del protéico, un 35% del hierro y si nos tragamos el hígado nos da el 100% de hierro, del 25% al 60% del complejo vitamínico B. El contenido protéico de la carne de pollo, varía entre el 10 y 20%. La proteína del pollo tiene un gran valor biológico y es de alta calidad pues contiene todos los aminoácidos esenciales en cantidades equivalentes a las necesidades del cuerpo humano, es altamente digestible y fácilmente absorbible, hidratos de carbono, grasa… y también cantidades dignas de mencionarse en algunas vitaminas: niacina, riboflavina, tiamina y ácido ascórbico, minerales también…
Ay el pollosaurio, es horrible, pero es bueno en mole ¿o no? Ahora sueñen como si estuviéramos en el Cretáceo -me da un muslito de tiranosaurio por fas, en cruji-rex, graciaaas- Pangeous Fried Dinosaur
21 noviembre, 2008
INCOHERENCIAS LÓGICAS
Mmmm… una imagen, un ser monstruoso que pudiera ser pariente de Jabba de Hutt, sólo que personalizado a mi juicio, no con escamas epidérmicas como reptil, sino con la apariencia de haber sido creado de lodo, pero con una fina membrana que lo cubre (obvioooo, porque sino se desparramaría) como un condón gigante, o una tripa de cerdo, de esas que utilizan para envolver embutidos, así que mi monstruo al tacto sería como un chorizo granuloso, pero un poco más aguado el relleno, un ser más libre, no tan comprimido. ¿Saben de qué me acordé relatando esto? De los estados de la materia; fase sólida, líquida y gaseosa ¿recuerdan? Ja! Síiii, se los juro. Cuando te explicaban que las partículas de un gas, por ejemplo (las moléculas, átomos, electrones, iones, etc) están expandidas, no unidas, con poca fuerza de atracción; ok, pues así imagínense a mi monstruo, con lo de adentro un poco disperso, no tanto como en un gas, ni como en un líquido, ni tan aprisionado como en un sólido, medio blandengue, que si lo agarras de la cabeza y lo levantas se percibiría como un calcetín largo lleno de arena, y cuando lo pones al piso, puede tomar la consistencia de estiércol de un animal grandote en espiral o depende de cómo lo acomodes. Estoy casi segura que el wey que pensó en el personaje de Jabba de Hutt estaba pensando lo mismo que yo, en un producto del proceso digestivo o en un flujo alienígeno o una sustancia viscosa humana o algo, y le dio vida reptílea, increíble ¿no? Por cierto, mi maestro de biología era un reverendo estúpido, pero dibujaba fenomenal y no era nada feo, por eso los estados de agregación de la materia se grabaron en mi ser, quizás porque soy una persona con dotes visuales y recuerdo muchas cosas de su clase gracias a eso, a que tardaba horas en dibujar algo en el pizarrón. Lo siento, yo advertí que saldrían mis pensamientos sin omitir ninguna de las manifestaciones mentales y me acordé del “teacher”, que además ¡se dejaba sobornar con hot cakes! (lo juro, yo lo vi, alguien le llevó un recipiente con este tipo de panes planos medio dulces y ¡esa persona pasó la materia!).
Ok, mi fijación ante los monstruos o personajes mitológicos, viene de antaño (hablando de dotes visuales y engendros creados en mi mundo) y fue en aumento cuando vi las cuatro esculturas de Belerofonte domando a Pegaso, ese caballo alado que tanto llamó mi atención y que me llevara a leer más en cuanto pude hacerlo, justo a las afueras de nuestra máxima casa de cultura. Al ver grabadas todas esas imágenes esculpidas en las paredes del Palacio de Bellas Artes, quedé embelesada ante tal magnificencia, yo pequeña, frente a tremendo edificio y alcancé a ver a humanos con alas, arcángeles… yo no sabía que así se llamaban, pero ¡ah, cómo los soñaba! Años después me impactó leer el Popol Vuh, sobre todo el relato de los hombres de lodo, esos que no podían sostenerse y que no tenían entendimiento; cuando comenzó la vida sobre la Tierra según los mayas, no voy a contarles la historia completa, pero supongo que la conocen ¡Soñaba con hombres de lodo! Gruñéndome y acechándome, mientras se desguazaban a cada paso, cayendo fragmentos de lodo salpicando todo a su alrededor (bloOOop, blooOOp).
18 noviembre, 2008
Remordimiento? ...
Nietzsche, era un ser humano... y aún pensando demasiado, acabó loco. Absurdo ¿no es cierto? (pero eso es la vida, una constante ironía).
Nietzsche, hablaba del Superhombre, un hombre vital que ama la vida y el mundo, un hombre que cuando contrae una decisión realmente la quiere tomar y no se arrepiente de sus actos, un ser que está consciente de que la vida es en parte dolor y en parte gozo, pero no reniega de ello. Bastante coherente ¿cierto?... Nietzsche nunca creyó en un ser supremo, no confiaba, a pesar de que la descripción que nos da de un Superhombre, yo puedo citarla para varios seres humanos que alcanzaron altos grados de espiritualidad.
14 noviembre, 2008
El titán de la bonanza y buenaventura…
¿Por qué futilidades solía preocuparme? Cuando a cada paso que ofrezco desde mi niñez, he intentado fraguarme en lo invisible para apoderarme de lo perceptible, creo que me ausenté de la verdad por unos años; y regreso al abrazo de la inmensidad apacible en la que el amor por sí mismo, reconstruye el holocausto de lo que hay dentro que había arrasado inclusive con lo orgánico, que estaba acabando con mi imagen y provocaba ese reflejo monstruoso del que me despojo.
Y el amor nace y se anida ahí de raíz fuerte, envolviendo con su magnificencia al corazón que aherrojado, late aún más fuerte, generando así, gozo fulminante que enaltece al sentimiento con alcances parecidos a los de una reacción nuclear en cadena.
13 noviembre, 2008
De la lucha entre mi alma y mi cerebro...
No recuerdo bien el momento en que se infectó y todo comenzó a agravarse. Por instantes luchaba incansable y valiente ante cualquier agravio emanado de su custodio, ese que a partir de esa situación crítica (en donde ella envenenada, enfermó) sólo busca protegerla y no permite por ninguna circunstancia que asome su mirada. No quiere que nadie la vea. No quiere que la hieran. Como esa vez, en donde él la levantó de ese charco de sangre, después de presenciar aturdido que ella ¡Ella! Irreconocible, con un semblante fúnebre volteó a ver a ese hombre… con los ojos llorosos y con su mirada rebosada de pesadumbre parecía decirle: sálvame, ayúdame. Es por eso que él decidió encarcelarla defendiéndola de todo y de todos, en esa especie de incubadora de paredes infranqueables.
Es sólo que él, él con todo su poder, no comprende que ella sufre angustiosamente combatiendo frente a frente a la muerte que la acecha iracunda, ella exhausta, enclenque, helada, secándose de amor, al borde de inanición, por no alimentarse de otra mirada, de otro abrazo, de ternura… de calor. Ella lo necesita, de verdad lo necesita.
Él está abatido, porque sabe que la está sofocando y muere… poco a poco se extingue y sabe que sin ella… sólo le resta la locura.